¿Qué son y cómo me benefician los fitoesteroles? Acompáñame a conocer más sobre el tema en este artículo, te sorprenderá.
Fitoesteroles y salud integral
La naturaleza es la mejor farmacia del mundo: tiene prodigios medicinales tales como los fitoesteroles. Estos, básicamente hablando, son grasas vegetales que, entre otros beneficios, te ayudan a combatir los excesos de colesterol al hígado, evitar la aterosclerosis y regular los lípidos de la sangre. ¿Dónde encontrarlos, quién los avala y por qué? Entérate en este artículo.
¿Dónde encontrarlos?
Aunque en el mercado circulan productos alimenticios adicionados con fitoesteroles, estos componentes están a la mano en fuentes naturales como las que a continuación compilamos para ti:
Frutas y vegetales. Aunque casi todas las frutas y vegetales los contienen en menor medida, frutas como el plátano y la manzana, o verduras como la lechuga los poseen en grandes cantidades. Estos últimos tres, aparte de riquísimos son súper saludables y siempre están de temporada.
Maíz y trigo. Son cereales cuyo grano entero o en su versión integral nos aportan una buena cantidad de los fitoesteroles de los que hablamos.
Legumbres y semillas. Proveen de grasas saludables al organismo y por ello los nutriólogos recomiendan incluirlas en la dieta diaria. Ahora bien, si entre ellas buscamos una que sobresalga en fitoesteroles, podemos recurrir a las alubias.
Frutos secos. Las almendras son una de las principales fuentes de este lípido. Aunque claro, los demás miembros de esta familia de alimentos también los contienen. Con yogur de moras silvestres son sublimes.
Aceites vegetales. Son fuente principal de fitoesteroles. Y esto lo avala la prestigiosa revista de salud, nutrición y medicina de la American Dietetic Association. ¿Cuáles en particular tienen más? El aceite de maíz, soja y girasol. Aun así, como dice el dicho, todo se puede usar y de nada hay que abusar.
Más alimentos con fitoesteroles son las berenjenas, las granadas, los melones, los higos, las zanahorias, las frambuesas, las acelgas, los rábanos, los pistaches, los tomates, las avellanas, los pepinos las nueces, los dátiles, las uvas, los ajos, las cebollas, las coliflores, la chirimoya y las naranjas, los pimientos, la mantequilla de cacahuate, la margarina, el yogur bebible, las ciruelas, las peras y la sandía.
¿Quién los avala y por qué?
La Sociedad Americana de Nutrición (en funciones desde 1952) divulgó un estudio según el cual una dieta rica en fitoesteroles disminuye los riesgos cardiovasculares que conlleva el exceso de colesterol en las arterias.
Asimismo, asegura que estos tienen efectos antitumorales, especialmente que presentan altas posibilidades para inhibir el cáncer de colon.
Otra publicación de la misma sociedad médica, nutricionista y científica divulgó que el consumo de esteroles vegetales podría también ser de utilidad para el control y la prevención del cáncer de mama y de próstata.
Además de lo anterior, sus cualidades reductoras de lípidos en sangre, también disminuyen las posibilidades de padecer aterosclerosis. Por si esto no fuera suficiente, recientes análisis hechos en roedores, arrojó que asimismo podrían funcionar para equilibrar la grasa y el peso corporal.
Más aún: determinados esteroles como los que poseen el aloe vera prometen mucho ─los investigadores de la Sociedad Americana de Nutrición continúan indagando─ para casos de diabetes, ya que estos ayudarían al control de la glucosa en la sangre (véase esta fuente).
¿Y si los omitimos?
Se puede decir a manera de resumen que la salud también es sinónimo de consumir variedad y abundancia en la cantidad de alimentos de origen vegetal que contengan fitoesterol.
De no hacerlo estamos propensos a que nuestras arterias endurezcan, lo cual podría derivar en accidentes cerebrovasculares, cardiopatías y ataques cardíacos, entre más. Por eso decimos, el mundo vegetal es la mejor farmacia de cuantas hay.
