El síndrome de Asperger es un trastorno de neurodesarrollo que se engloba dentro del espectro autista.
Aunque generalmente son personas que cuentan con una inteligencia superior, una de las principales características del síndrome de Asperger es la deficiencia en la interacción social y en la coordinación motora, lo que crea un obstáculo directo en el lenguaje y la comunicación social.
Suele manifestarse más tarde que el autismo típico, retrasando el diagnóstico.
Es posible observar las siguientes señales a partir de los 4- 11 años:
- Dificultad para la interacción social.
- Patrones del habla extraños.
- Movimientos extraños.
- Gestos o expresiones faciales fuera de lo común.
- Falta de “sentido común”.
- Son muy literales en el lenguaje, les cuesta entender la ironía o el sarcasmo.
Síndrome de Asperger: diagnóstico
Puede llegar a ser complejo confirmar un diagnóstico, las personas con este trastorno suelen desempeñarse de manera adecuada por lo que es más difícil descubrir que sus actitudes diferentes son causadas por el asperger.
Si tiene alguna duda, es importante acudir con un especialista para una evaluación exhaustiva.
Tratamiento
Así como cada persona es diferente, el nivel de afectación en el desarrollo por Asperger también lo es, por consecuencia, el tratamiento puede variar de una persona a otra, dependiendo de las deficiencias a tratar:
- Cursos e información para los padres: esto ayudará a brindar la atención adecuada desde niños para potencializar sus habilidades.
- Terapia de lenguaje: es importante ya que ayudará a generar nuevas estrategias de comunicación.
- Terapia psicosocial o entrenamiento para generar habilidades sociales: es un procedimiento que integra técnicas de teorías de aprendizaje social, psicología social, terapia de conducta y de modificación de la conducta, esto para evitar episodios agresivos o “inadecuados”.
- Terapia psicoeducativa / ayuda educativa especializada: los niños con Asperger deben ser incorporados en programas educativos más estructurados.
- Psicoterapia o terapia cognitivo-conductual: es necesaria para enseñarlos a poder salir de cualquier desafío social que se les pueda presentar.
- De ser necesario, medicamentos: las personas con este trastorno suelen generar diferentes niveles de: ansiedad, depresión o estrés, por lo que los medicamentos los ayudarán a tranquilizarse y poder controlar esas emociones.